El artículo presente es una visión del autor de la problemática del abuso sexual a la infancia, las características de los agresores y secuelas para quienes sufren el impacto emocional contra su inocencia. Se detiene en el incesto y en el estrés postraumático que se deriva ocasionalmente. Analiza los distintos estadios y circunstancias personales y exógenas que influyen en la elaboración y afrontamiento del daño psicológico emocional y, específicamente, en la preocupante connivencia. Contradice el tópico existente de que toda víctima será un abusador. El texto está redactado en una forma personal y natural, trata de transmitir una visión del problema desde un ángulo diferente pero con la misma preocupación y firmeza. Se basa en la experiencia del autor durante treinta años en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (Sección Menores).