Este estudio tuvo como objetivo analizar el papel de la inteligencia emocional percibida (IEP) y sus componentes en la disposición hacia conductas de riesgo psicosocial en 829 adolescentes mexicanos de escuelas secundarias públicas situadas en zonas de bajos recursos económicos, con una edad de entre 13 y 15 años. Se utilizó el “Inventario de coeficiente emocional de Bar-On: versión juvenil” (Bar-On Emotional Quotient Inventory: Youth version, Bar-On EQ-i: YV; Bar-On y Parker, 2004) y el “Inventario clínico para adolescentes, de Millon” (Millon Adolescent Clinical Inventory, MACI; Millon, 2004). Se encontraron correlaciones negativas entre la IEP y sus componentes con los trastornos alimentarios, el abuso de sustancias, la predisposición a la delincuencia, la propensión a la impulsividad, los sentimientos de ansiedad, el afecto depresivo y la tendencia suicida. Los modelos de regresión múltiple obtenidos para cada una de las conductas de riesgo destacan la influencia del sexo como un factor que varía conjuntamente con el coeficiente emocional y sus componentes en la disposición de los adolescentes hacia las conductas de riesgo analizadas.