Se estudió la influencia del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) en la percepción subjetiva de la calidad de vida. Para ello, se comparó un grupo con TAG, otro con TAG subclínico (y sin comorbilidad asociada) y un tercer grupo con personas sin trastornos. Los dos primeros grupos presentaron una peor calidad de vida en distintas subescalas del “Cuestionario de calidad de vida”. El humor deprimido y la tendencia a preocuparse predijeron una peor calidad de vida. Los resultados indican que tanto el TAG como características asociadas al mismo (quizá la tendencia a preocuparse) están asociados a una peor calidad de vida, incluso en ausencia de comorbilidad. La consideración de los síntomas depresivos y de la tendencia a preocuparse en el tratamiento del TAG podría dar lugar a mejores resultados y a una mejora de la calidad de vida de los pacientes.