El objetivo de este estudio fue determinar el impacto psicológico del confinamiento por COVID-19 en una muestra comunitaria española. 2847 participantes de entre 14 y 35 años (95% mujeres) completaron medidas de depresión, ansiedad, estrés, autoestima y alteraciones alimentarias. Considerando la pequeña proporción de hombres y al hallar diferencias significativas entre sexos, la mayoría de los resultados fueron informados solo para las mujeres. Un 30,8%, 25,4% y 20,5% de la muestra presentó niveles graves o muy graves de depresión, ansiedad y estrés respectivamente. La calidad del sueño, los hábitos alimentarios, las preocupaciones por la apariencia física, por el futuro y por la salud habían empeorado a raíz del confinamiento. Una menor edad, no tener pareja, el desempleo, no haber contraído COVID-19 o no estar seguro de ello, el fallecimiento de un ser querido por COVID-19, y no tener un lugar donde relajarse fueron factores asociados al malestar psicológico y las alteraciones alimentarias. El análisis de ecuaciones estructurales confirmó la influencia directa de las variables relacionadas con el confinamiento en la psicopatología. Esto sugiere que la pandemia puede haber tenido un impacto significativo en la salud mental y en la conducta alimentaria.