Los estilos de afrontamiento, los esquemas disfuncionales y la sintomatología psicopatológica podrían resultar factores de vulnerabilidad que incrementan la probabilidad de que una persona desarrolle dependencia emocional hacia la pareja agresora. Delimitar los factores de riesgo es fundamental para su prevención y tratamiento. Consecuentemente, el presente estudio tuvo como objetivos principales analizar la relación entre los factores señalados, así como el papel mediador de los tres primeros en la relación entre la dependencia emocional y la violencia recibida. La muestra estuvo conformada por 657 mujeres procedentes de población clínica y general, con edades que oscilaron entre los 18 y 66 años (M= 23,38; DT= 8,24). Los resultados reflejaron la predominancia del empleo de estilos de afrontamiento inadecuados, tales como pensamiento desiderativo, aislamiento social y autocrítica, síntomas psicopatológicos de depresión, ansiedad, sensibilidad interpersonal, obsesión-compulsión e ideación paranoide, así como esquemas de abandono y subyugación. Asimismo, estos factores explicaron una parte de la relación entre la dependencia emocional y la permanencia en relaciones violentas.