Se analizan algunas propiedades psicométricas del Test de Investigación Bulímica de Edimburgo (BITE; Henderson y Freeman, 1987) en una muestra no-clínica. El cuestionario fue administrado a 1122 adolescentes (669 mujeres y 453 hombres), entre 12 y 21 años, provenientes de distintos centros escolares de la provincia de Málaga (España). El BITE se compone de dos subescalas: la Escala de Síntomas y la de Gravedad. Las dos escalas mostraron una estructura unidimensional con una elevada consistencia interna entre sus ítems. A través de la curva ROC, se establecieron los puntos de corte en relación al diagnóstico de bulimia según los criterios del DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994). Con los puntos de corte establecidos, se halló una elevada especificidad, y una sensibilidad mucho menor que la encontrada con muestras clínicas. Por otro lado, las puntuaciones en el grupo de bulimia fueron más elevadas que en otros trastornos de la conducta alimentaria y en el grupo sin trastornos alimentarios. Por tanto, el BITE muestra una relativa validez para evaluar sintomatología específica de la bulimia, aunque, como instrumento diagnóstico, puede conducir a una alta tasa de falsos negativos en muestras de la población general.