Las adicciones suelen estar mal consideradas, sin embargo la adicción al trabajo tiene claros refuerzos sociales y económicos y es con frecuencia considerada una “adicción limpia”. No existe una definición consensuada y los instrumentos de medida son escasos y poco estudiados, a pesar de que indudablemente tiene consecuencias claras sobre la salud de quienes la sufren y sobre su calidad productiva. Las escasas investigaciones sobre el tema apuntan a la familia y a la cultura de la empresa como sus dos fuentes principales. El abordaje de la terapia y la intervención es también inconsistente, y frecuentemente se afronta más como un tema práctico que objeto de investigación científica. La psicología positiva puede presentar una perspectiva complementaria de estudio que describa y explique la dedicación sana y productiva al trabajo.