Numerosos estudios han demostrado el impacto del síndrome del quemado (burnout) en el bienestar de los residentes, sin embargo, los mecanismos que explican esta influencia siguen sin estar claros. Este estudio analizó el grado del síndrome del quemado, así como su evolución en los años formativos y el papel mediador de la resiliencia entre el síndrome y el bienestar subjetivo en una muestra de 237 residentes de diferentes especialidades de hospitales españoles. A los participantes se les administró el “Inventario del síndrome del quemado de Maslach”, la “Escala de resiliencia de Connor-Davidson” y la “Escala reducida de bienestar subjetivo”. Del total de residentes, el 48,9% puntuaron alto en el síndrome del quemado, el 53,6% en agotamiento emocional y el 74,7% en despersonalización. Los niveles del síndrome aumentaron según avanza la residencia y la resiliencia medió en la relación entre los niveles de síndrome del quemado y de bienestar subjetivo. Estos resultados sugieren que la resiliencia es un factor protector a implementar en programas preventivos.