El objetivo de este estudio fue analizar la calidad de las relaciones familiares y su influencia sobre el ajuste de los jóvenes durante la adultez emergente. Se prestó especial atención a las diferencias de sexo y al hecho de vivir dentro o fuera del hogar familiar. En el estudio participaron un total de 1502 adultos emergentes de 18 a 29 años (M= 20,32; DT= 2,13) que cursaban estudios universitarios. Los principales resultados mostraron que chicos y chicas perciben como positivas las relaciones familiares. Sin embargo, ellas perciben mejores relaciones familiares que ellos. Sólo las chicas mejoran las relaciones familiares cuando viven fuera del hogar familiar. Las buenas relaciones familiares se relacionan significativamente con el bienestar de los jóvenes. Estos resultados apoyan la idea de que la calidad de las relaciones con padres y madres sigue siendo, al igual que durante la infancia y la adolescencia, un elemento esencial en el ajuste psicológico de los jóvenes durante su tercera década de vida.