En este artículo se expone un estudio de caso de un niño de 8 años que cumplía los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR (APA, 2000) para el trastorno de Asperger. Presentaba problemas de concentración, falta de obediencia y déficit en habilidades sociales, así como algunas conductas problema. Se aplicó un tratamiento en habilidades sociales con el niño y también una intervención extensiva a otros contextos (entrenamiento a padres y colaboración de la profesora en el contexto escolar). Los padres aplicaron una economía de fichas en el contexto familiar y se les encomendó algunas actividades para la casa dirigidas a facilitar la generalización. Después del tratamiento se comprobó que se habían alcanzado los objetivos planteados. Las mejorías fueron detectadas por la profesora, los padres y se reflejó en los resultados de las pruebas empleadas (el “Test evaluativo multifactorial de adaptación infantil” y la “Escala de comportamiento asertivo para niños”). Adicionalmente, se produjo la generalización a otras conductas no tratadas directamente, como la eliminación de las conductas agresivas. Por tanto, se demuestra la eficacia de esta intervención conductual.