El presente artículo tuvo como objetivos analizar la ocurrencia de sucesos vitales estresantes (SVE), establecer perfiles en función de dichos sucesos mediante el análisis de grupos (clusters), conocer la relación entre los grupos obtenidos y la presencia de distrés, y analizar qué SVE parecen tener un mayor impacto en la salud mental. Participaron 136 mujeres víctimas de violencia de género que viven en contexto de extrema pobreza en Nicaragua. Los resultados mostraron la existencia de altos niveles de depresión y ansiedad, especialmente dentro del grupo que sufrió maltrato en la infancia, y que los problemas económicos, el fallecimiento de personas del entorno familiar y los intentos de suicidio parecen ser los SVE que más influencia tienen en los síntomas depresivos y ansiógenos, por encima del maltrato padecido a lo largo de sus vidas. En conclusión, conocer los SVE en contextos donde su ocurrencia es frecuente es fundamental de cara a la intervención con mujeres sobre quienes la adversidad se ha cronificado.