El objetivo de este estudio fue examinar la relación del consumo de pornografía con la violencia hacia la pareja, así como el papel moderador de las actitudes sexistas y justificativas de la violencia hacia la mujer. Participaron 382 hombres heterosexuales, con una edad media de 21,32 años (DT= 3,07), que respondieron a varios cuestionarios online. El consumo de pornografía -principalmente violenta- se asoció significativamente con más comportamientos de agresión hacia la mujer en la pareja. Esta asociación estuvo moderada por las actitudes sexistas y justificativas de la violencia. En concreto, el consumo de pornografía se asoció positivamente con la perpetración de agresiones hacia la pareja en los hombres con puntuaciones altas en justificación de la violencia, creencias en el mito de la violación, actitudes neosexistas y visión de la mujer como objeto sexual; mientras que la asociación fue negativa para los hombres que sostenían en menor medida este tipo de actitudes y creencias, actuando en este caso el consumo de pornografía como un factor protector. Se discuten las implicaciones de los resultados obtenidos.