El abuso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) puede estar relacionado con un mal funcionamiento de la corteza prefrontal. La pérdida de control sobre la conducta de uso de estas tecnologías puede reflejarse en fallos en actividades cotidianas. Los adolescentes configuran una población especialmente vulnerable, al encontrarse en una fase crítica del desarrollo cerebral. Se diseñó un estudio observacional descriptivo transversal multicéntrico en centros educativos públicos, concertados y privados de la ciudad de Madrid, obteniéndose una muestra representativa (n= 2.341) de la población escolarizada en el último año de educación secundaria obligatoria, estratificando por nivel de desarrollo del distrito y financiación del centro educativo. La prevalencia observada para el uso problemático de las TIC oscila entre el 18,2% para videojuegos y el 36,5% para Internet. Se observa una relación lineal entre el abuso de las TIC y síntomas cotidianos de mal funcionamiento prefrontal. Sin que pueda determinarse si la disfunción prefrontal es causa o consecuencia del abuso de las TIC, los datos sugieren que está estrechamente vinculada a la pérdida de control comportamental.