El trastorno de depresión mayor afecta entre el 2% y el 5% de los adolescentes en algún momento de sus vidas. La depresión en la adolescencia está asociada a importantes déficit psicosociales y tiene efectos negativos en el funcionamiento durante los primeros años de la etapa adulta. Comenzando con el trabajo pionero de Lenore Butler y sus colaboradores, se han desarrollado y estudiado muchas intervenciones psicosociales, en general, con resultados positivos. Basándonos en un metaanálisis de los estudios existentes con terapia cognitivo-conductual (TCC) estimamos un tamaño del efecto global de 1,27 y aproximadamente el 63% de los pacientes muestra una mejoría clínicamente significativa al final del tratamiento. Parece razonable concluir que la TCC ha demostrado ser un tratamiento eficaz para los adolescentes con depresión. En este artículo describimos estas intervenciones, la mayoría de las cuales están pensadas para aplicarse a los problemas que muestran los adolescentes con depresión. El propósito de este artículo es poner esta literatura a disposición de los clínicos de una manera fácil, resumiendo rápida y claramente las características claves de las intervenciones para que se aprovechen de esta abundante información y de las fuentes existentes. Concluimos sugiriendo futuros desarrollos y algunas áreas adicionales de aplicación para los tratamientos de la depresión en adolescentes.