El objetivo de esta investigación es analizar la violencia sufrida en la familia de origen y con otras formas de polivictimización y su relación con las ideas distorsionadas sobre las mujeres y el uso de la violencia, habiéndose constatado la relevancia de la violencia infantil en su transmisión intergeneracional. Se ha utilizado una muestra de 120 hombres que ejercieron violencia contra la pareja con una edad media de 43 años (DT= 11,88). Los resultados refieren diferencias entre quienes fueron testigos de la violencia contra su madre, sufrieron violencia psicológica y/o violencia física en la infancia respecto a otras formas de polivictimización, encontrándose un riesgo alto entre estos sucesos. No se observó relación entre dichos sucesos y los pensamientos distorsionados sobre la violencia contra las mujeres. Además, se hallaron tres perfiles de agresores entre los cuales existen diferencias, lo que podría favorecer intervenciones específicas. Se hace necesario seguir profundizando en el estudio de la violencia con el fin de eliminarla como forma normalizada de interacción social en las dinámicas familiares.