Los objetivos del estudio fueron identificar perfiles de autoconcepto físico y examinar su rol sobre la intención de ser físicamente activo y la regulación emocional. Una muestra de 606 practicantes de actividad física (Medad= 34,19; DT= 13,05) completó una serie de medidas de autoinforme que evaluaban el autoconcepto físico, la intención de ser físicamente activo y la regulación emocional Los análisis de conglomerados revelaron tres perfiles de autoconcepto físico. El perfil b con autoconcepto físico relativamente alto experimentó diferencias significativas en la intención de ser físicamente activo, autoculpa y reevaluación positiva. El perfil a con autoconcepto físico bajo mostró diferencias significativas en aceptación, rumiación y catastrofización. El perfil c con autoconcepto físico muy bajo reveló diferencias significativas en culpar a los demás. Como conclusión, el perfil b con autoconcepto físico relativamente alto está asociado con la mayor intencionalidad de ser físicamente activo y el uso de estrategias de regulación emocional funcionales.